
¡Bienvenidos, apasionados de la coctelería y amantes del sabor ahumado! Aquí os traigo una receta que os elevará a la categoría de barman estrella en vuestra próxima reunión: el Mezcalini. Imaginaos la mezcla perfecta entre una margarita y un mojito, con un toque ahumado que os llevará directo al nirvana de los sabores. Y si os gustan las presentaciones espectaculares, esperad a ver la cara de vuestros invitados cuando saquéis vuestro ahumador de mano para darle el toque final a esta bebida.
Mezcalini
Notas sobre la receta
- Rendimiento: Rinde 6 porciones
- Método: Fumar con un ahumador de mano
- Equipo: Ahumador manual (opcional); 1 cucharadita de mezquite o aserrín de roble, o según sea necesario (opcional)
Ingredientes
- 1 taza de mezcal
- 1 taza de jugo de limón fresco (debe ser fresco)
- ¾ taza de jarabe simple o jarabe simple ahumado
- 2 cucharadas de Cointreau (u otro licor con sabor a naranja)
- 1 pepino mediano, pelado, sin semillas y cortado en dados de ¼ pulgadas (aproximadamente 1 taza)
- 1 manojo de yerba buena fresca, menta verde o menta piperita, enjuagada, sacudida y separada en ramitas
- ½ taza de sal ahumada (use una buena marca comercial o haga la suya propia siguiendo las instrucciones aquí) o sal kosher
- 1 cuña de cal, para humedecer los bordes del vidrio
- 6 cubitos de hielo gigantes o 18 a 20 cubitos de hielo regulares o ahumados
Pasos de la receta
Paso 1: Combine el mezcal, el jugo de limón, el jarabe simple y el Cointreau en una jarra, tape y refrigere hasta que se sirva. Puede hacerlo con varias horas de anticipación.
Paso 2: Justo antes de servir, coloque el pepino y la yerba buena en un mortero o tazón y aplástelos ligeramente con un mortero o una batidora. Revuelva esta mezcla en la jarra. Si preparas los mezcalinis justo antes de servir, puedes mezclar el pepino y la yerba buena en la jarra usando una cuchara de madera de mango largo.
Paso 3: Opcional – para un sabor aún más ahumado, fume el mezcalini con un ahumador de mano: Cubra la jarra con un envoltorio de plástico, dejando un borde abierto para el tubo de ahumado. Justo antes de servir, cargue el ahumador con aserrín siguiendo las instrucciones del fabricante. Inserte el tubo y llene la jarra de humo. Rápidamente quite el tubo, selle la jarra con papel plástico y déjela reposar durante 4 minutos. Revuelva bien con una cuchara de bar y repita una vez más.
Paso 4: Para servir, extienda la sal ahumada en un recipiente poco profundo. Humedecer los bordes de 6 vasos grandes con la cuña de lima, luego sumergirlos en la sal. Sacudir el exceso.
Paso 5: Coloque 1 jumbo o 3 a 4 cubitos de hielo de tamaño regular en cada vaso. Verter el mezcalini en los vasos. Ponga un poco de pepino y yerba buena en cada vaso, teniendo cuidado de no gotear sobre la sal.
Consejos para recetas
La belleza de los cubitos de hielo gigantes es su lento derretimiento, lo que significa menos dilución de su bebida. Busque moldes para hielo esférico y de cubitos en las tiendas de artículos de bar o en Williams-Sonoma.
Yerba buena («buena hierba», literalmente) es una de las muchas hierbas silvestres mexicanas que entran en el mole verde y otras salsas verdes. Tiene un sabor distintivo, picante, suave y anisado, como un cruce entre la hierbabuena y la albahaca tailandesa. Búscalo en los mercados mexicanos. La menta verde o hierbabuena hace una aproximación razonable.
Para aquellos que quieren darle un giro a este clásico instantáneo, ¿por qué no probar un «mezcaltini»? Es una versión sofisticada que lleva la elegancia a un nuevo nivel. Simplemente sirve tu mezcalini en una copa de martini y llámalo mezcaltini. Este pequeño cambio de vasija transforma la experiencia y te hace sentir como si estuvieras disfrutando de una bebida exclusiva en un sofisticado lounge.
Familia gastronómica: Bebidas y Zumos
Ahora que conocéis los secretos para preparar un espectacular Mezcalini, os animo a que dejéis volar vuestra creatividad. ¿Habéis probado alguna variante interesante de esta receta? ¿Algún consejo para compartir con la comunidad amante del mezcal? Comentad vuestras experiencias y sugerencias. ¡Estoy deseando leer vuestras propias versiones de Mezcalini!